La Prensa 01/02/2021

El déficit de viviendas, incluidas las que requieren mejoras, en el país superarían  el millón de unidades, y  la partida presupuestaria destinada cada año a paliar esta necesidad de la población es insuficiente, consideró la gerente de programa de país de Hábitat para la Humanidad, Nancy Arostegui. La crisis económica podría empeorar la situación, esto a pesar del impulso que el Gobierno aparenta con su programa de vivienda social.

«Como hemos dicho todos los sectores que trabajamos en vivienda, la acción conjunta de lo que lográbamos hacer  cada año (fondos públicos, fondos privados, fondos de cooperación de las onegés, etc), antes de entrar en  crisis como país en 2018,   con costo alcanza  unas 5,000 viviendas  construidas al anualmente», ejemplificó.

Desde el 2005 que el Gobierno de Nicaragua realizó un censo de población y  vivienda en el territorio nacional, de ahí que es complicado  conocer con exactitud cómo ha evolucionado el déficit habitacional tras 16 años. Lo que sí está claro es que el Instituto de la Vivienda Urbana y Rural (Invur), ha perdido fuerza dentro de la estrategia gubernamental y muestra de ello son las asignaciones presupuestarias.

Los números muestran que en el 2021 se le destinó menos dinero como ente. En total se le dio 377.64 millones de córdobas para cubrir sus gastos, lo que está por debajo de lo que ha recibido en los últimos tres años. De esos fondos el Invur deberá destinar 370 millones de córdobas  para garantizar la cobertura de 2,221 subsidios para viviendas nuevas o mejoradas para igual número de familias.

El monto asignado este año está por debajo de  los 447.48 millones de córdobas que se le dio en el 2020 y 442.99 millones de córdobas en el 2019.  Los montos se tornan extralimitado cuando las estimaciones que se manejan es que hay  un déficit de aproximadamente 957,000 viviendas, donde el 63.7 por ciento del déficit corresponde a viviendas en mal estado y 36.3 por ciento a demandas de nuevas casas.

Según  Hábitat  para la Humanidad, en función del déficit y del crecimiento poblacional anual, entre otros factores, se  debería de construir al menos 20,000 casas  de interés  social por año, sin incluir las que ameritan reparaciones. «Pero no estamos llegando más que a la cuarta parte de esa proyección, entonces entenderás que el  déficit se va acumulando cada año, en  vez de reducirse», advierte Arostegui.

El Gobierno asegura que entre el  2007 y agosto de 2020 se había facilitado la construcción de 120,808 viviendas nuevas y mejoradas, apoyando a igual número de familias de ingresos bajos y moderados. En el mismo periodo, las alcaldías contribuyeron con 47,113 unidades habitacionales, entre nuevas y mejoradas.

Eso significa que de las 957,000 viviendas deficitarias en 2005,  el Gobierno tiene por delante la tarea de  construir como mínimo 836,000, eso sin incluir el déficit que se creo con el crecimiento poblacional en el periodo.

Estos datos evidencian, además, que en promedio el Gobierno habría tenido una construcción anual de 9,292 casas, distinto a lo que  maneja Hábitat para la Humanidad. Esto, no obstante, no incluye las construcciones del sector privado, que en promedio hacían unas 5,000 por año.

Por otro lado, a través del programa de la alcaldía de Managua proyecto de viviendas Bismarck Martínez hasta septiembre de 2020 se contabilizó 6,500 terrenos entregados y cerca de 1,000 viviendas construidas a nivel nacional, lo que muestra que este programa aún no logra mellar la creciente necesidad de viviendas en Nicaragua. El objetivo del Gobierno es construir en los próximos años 50 mil casas a través de este proyecto, lejos del rezago acumulado.

Carecimiento de un programa nacional o una política explícita

Aunque el gobierno afirma que  ha impulsado una política nacional de vivienda inclusiva y de promoción de oportunidades proponiendo una estrategia de financiamiento que combine la entrega de subsidios habitacionales con financiamiento a largo plazo priorizando a las familias de escasos recursos económicos,  el  sociólogo Cirilo Otero  expone que  hace falta un programa nacional de promoción de la vivienda social para mejorar ese indicador. En tanto Arostegui considera que lo que hay es una ley y hace falta un política pública explícita.

En Nicaragua, desde hace 50 años no se ha logrado un programa sostenido de promoción de la vivienda, dijo. «Lo que ha habido son proyectos dispersos que responde a intereses políticos partidarios, pero, no a una acción social de superación del déficit habitacional. Este tema no ha sido atendido».

Destaca que debe ponerse en función tres agentes sociales:  el gobierno con una política publica; los empresarios de la construcción vertical;  y los banqueros con el financiamiento a viviendas de tipo  popular de ayuda social, la residencial término medio y por último la que es para niveles de ingresos altos, mansiones y grandes casas. «En Nicaragua, en los últimos 30 años se han desarrollado viviendas de altos precios»,aseveró.

«Para el desarrollo de esta política se adopta el modelo de responsabilidad compartida entre todos los actores del sector gobierno (alcaldías organizaciones no gubernamentales sector privado financiero urbanizadores trabajadores y cooperación internacional.)», dijo.

Complementario a lo  que  asegura Otero, la gerente país de Hábitat para la Humanidad expresa que  aquí no hay  una política pública explicita que establezca la  manera en  la que se trabajará a nivel de nación, para mejorar esta condición del acceso a la vivienda. «Lo que tenemos son  programas  públicos de Gobierno que son  vigentes durante un período de un gobierno y  no  se sabe si  con el siguiente gobernante se retomará porque no  es una política  pública de obligatorio cumplimiento», aseguró  Arostegui.

Mayor hacinamiento en zonas urbanas

Las zonas donde se concentra el mayor déficit habitacional corresponde a las zonas urbanas porque es  donde hay  más densidad poblacional. «Las ciudades más pobladas como Masaya, es la  que  tiene mayor densidad poblacional en  el país  tiene por supuesto un déficit mayor  de otras   menos pobladas como Boaco», ejemplificó la gerente país de Hábitat para  la Humanidad.

El total de viviendas de interés social finalizadas en el tercer trimestre del 2020, de acuerdo con la Encuesta de la Construcción Privada del Inide, fue de 535 viviendas, representando el 80.1 por ciento del total de viviendas finalizadas a nivel nacional.

Del total finalizado hasta septiembre del año pasado, 80.1 por ciento correspondió a viviendas de interés social.  Por su parte, del total de viviendas de interés social finalizadas, en Managua se concentró el 63.7 por ciento; en Madriz 9.2 por ciento, y en Granada 8.4 por ciento, principalmente.