La Prensa 11/01/2023

El Banco Mundial reafirmó ayer que la economía de Nicaragua crecerá este año a la mitad de lo que se expandió el año pasado, lo que estará en línea con la situación de la economía mundial, para la que se pronostica un bajón significativo en su dinamismo, debido a la alta inflación, el aumento de las tasas de interés y la invasión rusa a Ucrania.

El organismo, en su actualización de Año Nuevo, estimó que el bajo crecimiento mundial también se sentirá en Nicaragua el próximo año 2024, con una tasa de expansión de 2.5 por ciento, una proyección que, sin embargo, es bastante prematura y puede variar a lo largo del 2023.

El crecimiento de 2 por ciento que el organismo proyecta para Nicaragua este año será menor que el 3.2 por ciento que experimentará Centroamérica en el ejercicio actual y el 3.5 por ciento promedio en el 2024. Incluso más bajo que el 4.1 por ciento en el 2022.

“Un crecimiento a corto plazo más débil en los Estados Unidos pesará remesas, exportaciones y directos extranjeros en inversión. La inflación alcanzó máximos históricos en la subregión en 2022, pero se espera que disminuya. Esto refleja la evolución de los precios de las materias primas, así como endurecimiento monetario (que en Panamá y El Salvador es una consecuencia de la dolarización total)”, dijo el Banco Mundial en el informe de perspectivas económicas, en el que advirtió que la “desaceleración abrupta golpeará con fuerza a los países en desarrollo y en el 2023 el crecimiento mundial se desacelera el 3 por ciento pronosticado hace seis meses al 1.7 por ciento”.

“La modesta perspectiva de crecimiento implica un progreso lento en reducción de la pobreza, especialmente en Honduras y Nicaragua, los países más pobres de la subregión… Panamá se espera que sea el de más rápido crecimiento de la subregión en economía, sustentada por la minería y la inversión”, agregó el organismo.

Las proyecciones bianuales de crecimiento del Banco Mundial para Nicaragua están por debajo de las expectativas gubernamentales. Según el marco presupuestario de mediano plazo 2023-2026, el Gobierno espera este año un crecimiento de 3 por ciento y el próximo año un aceleramiento hasta de un 3.8 por ciento, luego de una expansión de 4 por ciento en el 2022.

Proyecciones para Centroamérica

País 2022 2023 2024
Nicaragua 4.1 2 2.5
Costa Rica 4.1 2.9 3.1
Panamá 7.2 4.5 4.5
El Salvador 2.4 2 2
Honduras 3.5 3.1 3.7
Guatemala 3.4 3.1 3.5

Fuente: Banco Mundial

David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial, dijo: “Los países emergentes y en desarrollo se enfrentan a un período de varios años de crecimiento lento impulsado por una pesada carga de la deuda y escasas inversiones; al mismo tiempo, el capital mundial es absorbido por las economías avanzadas que enfrentan niveles de deuda pública extremadamente altos y tasas de interés crecientes”.

“El bajo nivel de crecimiento y de inversión empresarial agravará los retrocesos en materia de educación, salud, pobreza e infraestructura, que ya son devastadores, así como las crecientes demandas derivadas del cambio climático”, añadió.

De hecho, el organismo prevé para Estados Unidos una recesión. Vislumbra una contracción del 0.5 por ciento este año, una caída mucho más suave con relación a las previsiones iniciales que eran 1.9 puntos porcentuales más alto.

En tanto, en 2023 se espera que la eurozona no registre crecimiento, lo que representa una revisión a la baja de 1.9 puntos porcentuales. China crecerá un 4.3 por ciento, es decir, 0.9 puntos porcentuales por debajo de los pronósticos anteriores.

“La crisis que enfrenta el desarrollo se está intensificando a medida que las perspectivas de crecimiento mundial se deterioran”, dijo Malpass.

A nivel de América Latina y el Caribe, la región se expandería 1.3 por ciento, por debajo del 3.6 por ciento observado el año pasado. En el 2024 el aumento del PIB sería de 2.4 por ciento. “Esta desaceleración refleja tanto los esfuerzos de las autoridades monetarias por controlar la inflación como los efectos secundarios de un panorama mundial poco auspicioso”.

 “Se prevé que con el crecimiento algo lento de Estados Unidos y China se reduzca la demanda de exportaciones, mientras que el aumento de las tasas de interés estadounidenses probablemente implique que las condiciones financieras seguirán siendo restrictivas”, señala el organismo en un comunicado.

Las proyecciones indican “que la lentitud del crecimiento mundial incidirá en los precios de los productos básicos, lo que debilitará la relación de intercambio de América del Sur. Según las previsiones, la inversión
regional disminuirá este año como consecuencia del aumento de los costos del financiamiento, la escasa confianza empresarial y la fuerte incertidumbre normativa”.

Difícil determinar un escenario

El economista Néstor Avendaño, en un reciente análisis divulgado en su blog personal, explicó que “lo que ocurra en 2023 dependerá de la evolución y de la afectación entre sí de los tres shocks, el geopolítico, el energético y el económico. Con el riesgo económico de una recesión mundial, la debilidad económica podría exacerbar el riesgo geopolítico. Pronosticar el comportamiento económico mundial, de una región y de un país en el corto plazo, es una tarea sombría”.

Admitió que “la inflación mundial es cercana a dos dígitos y la estabilidad macroeconómica está lejos”.

No obstante, consideró que “la recesión surgirá en los países de economía avanzada en 2023 debido a las alzas de las tasas de interés de sus bancos centrales para reducir el consumo y la inversión para aplacar la inflación, pero el dolor económico será mundial porque un dólar fuerte impacta a los países pobres”.

“La recesión será leve en Estados Unidos porque su mercado laboral está fuerte y el nivel del ahorro de las familias estadounidenses es alto, pero será más fuerte en Europa”, agregó.