La Prensa 24/01/2024
El directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) pidió al régimen de Daniel Ortega mejorar el espacio fiscal, pese a que este tiene depositados en las bóvedas del Banco Central de Nicaragua (BCN) niveles récord de dinero, además los ingresos fiscales también exhiben niveles no registrados en los últimos 40 años.
Una mejora del espacio fiscal implica que el régimen debe, entre otras cosas, aumentar sus disponibilidades de recursos para hacer frente a cualquier choque económico. En los últimos años el régimen ha creado ese colchón financiero a costa de persecución fiscal y reforma tributaria dacroniana, lo que mantiene asfixiada a las empresas.
El directorio del Fondo recomendó al Gobierno “consolidar la sostenibilidad fiscal, aumentar las reservas y el espacio fiscal para el gasto social y de capital, implementar entre 1¼ y 1¾ por ciento del PIB en nuevas medidas mediante una combinación de mayores ingresos y menores gastos corrientes”.
El organismo recordó, en su informe completo en el marco de la aplicación del Artículo IV, que con las reformas tributarias en 2019 el Gobierno ha “logrado avances considerables en la movilización de ingresos, con ingresos totales que aumentaron al 33.2 por ciento del PIB en 2022 desde el 28 por ciento del PIB en 2018”.
Construir espacio fiscal
No obstante, insiste en que dada la situación del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) y los pasivos en otras empresas estatales, se requiere construir un espacio fiscal para lo cual se necesita “mejorar la tributación mediante la racionalización de las exenciones del IVA, el fortalecimiento de la gestión de riesgos tributarios y los procedimientos de auditoría tributaria para mejorar el cumplimiento y reforzar los impuestos internos”. Además, esto implicará racionalizar los gastos, incluida una mejor focalización de los subsidios.
El Artículo IV es una evaluación exhaustiva e integral que una misión del FMI aplica a la economía de cada uno de sus países miembros. En la misma se hacen observaciones y recomendaciones al Gobierno para mejorar el desempeño de los indicadores. Una vez finalizada la evaluación, esta pasa al directorio del Fondo, que es el encargado de dar su último visto bueno y posteriormente se divulga el reporte completo. En el mismo se recogen todos los aspectos que la misión técnica abordó con el Gobierno durante su visita y la respuesta de este a las observaciones.
El impacto del aumento fiscal anterior
Hasta septiembre de este año, el Gobierno tenía en el Banco Central de Nicaragua 57,505 millones de córdobas, al cierre del 2018, en el primer año de la crisis económica, estos recursos ascendían a 12,303.1 millones de córdobas y en el 2019, en el primer año de la reforma tributaria, estos aumentaron a 14,175.1 millones de córdobas.
El régimen empezó a acelerar estos fondos desde el 2020, cuando a diciembre cerraron en 22,472.8 millones de córdobas y para el año siguiente ya sumaron 26,724.4 millones. Ya para el 2022 la cifra había rebasado todos los récords hasta este momento: 42,213.9 millones de córdobas a diciembre.
Además de los préstamos externos que el régimen de Ortega gestionó utilizando como excusa la pandemia y el impacto de dos huracanes en el 2020, el aumento descomunal de los ingresos tributarios ha sido fundamental para crear ese colchón financiero que sostiene a la dictadura.
Según el informe de liquidación del Presupuesto General de la República del 2018, los ingresos tributarios totalizaron 64,522.7 millones de córdobas y para septiembre del año pasado estos ascendían a 96,938.9 millones de córdobas. La meta este año es 129,460 millones de córdobas, lo que muestra el nivel de aumento de disponibilidades del régimen.
Priorizar sostenibilidad del INSS
En medio de ese aumento del espacio fiscal, que en el pasado era una recomendación recurrente del Fondo al Gobierno, las empresas se han quejado del constante hostigamiento del Fisco y la sobrevaloración de sus mercancías en aduana, todo con la finalidad de aumentar la recaudación de impuestos del Gobierno.
En respuesta a la recomendación del Fondo, el régimen le dijo que “están comprometidas a mantener la disciplina fiscal para fortalecer la sostenibilidad fiscal y aumentar el espacio fiscal para apoyar el gasto de capital público y social. Si bien el nivel actual de deuda pública es sostenible, las autoridades coinciden en la necesidad de mantener una política fiscal prudente y reducir aún más la deuda pública para reforzar la sostenibilidad fiscal y seguir creando reservas fiscales para utilizarlas para amortiguar la economía en caso de que se materialicen riesgos a la baja. Las autoridades enfatizaron que garantizar la sostenibilidad financiera del INSS (Instituto Nacional de Seguridad Social) sigue siendo una prioridad”.
El Fondo le dijo que si era necesario ampliar ese espacio fiscal no solo para garantizar la reducción de la pobreza, sino también “dada la reciente transferencia al Gobierno de varias funciones de organizaciones sin fines de lucro en educación y salud, como la Cruz Roja”. El régimen le cambió el nombre a la Cruz Roja por Cruz Blanca, tras confiscar los bienes de la primera.
El régimen también mantiene recursos depositados en los bancos comerciales. Hasta agosto del año pasado habían otros 19,250.5 millones de córdobas, más que los 9,916 millones reportados a diciembre del 2018, según datos del BCN.
Aumento de las reservas
El aumento del espacio fiscal se mira reflejado en el comportamiento de las reservas internacionales, que hasta el año pasado sumaban 5,153 millones de dólares. Hasta el 2018, estos fondos sumaban 2,080 millones de dólares.
Del informe del Fondo se desprende que el Gobierno pretende continuar aumentando sus reservas, hasta elevarlas a 8,999 millones de dólares al término del 2028. Esto pese a que el Fondo Monetario pronostica para el país bajos niveles de tasas de crecimiento en el mediano y corto plazo.