La Prensa 02/05/2024

El dictador Daniel Ortega aseguró en su discurso del pasado 30 de abril, en ocasión del Día Internacional de los Trabajadores el 1 de mayo, que su régimen está trabajando para multiplicar empleos, sin embargo, las cifras propias oficiales indican lo contrario.

Además, algunos especialistas consideran que, en lugar de mejorar las condiciones laborales en el país, más bien han empeorado debido a que persiste el subempleo, muchos nicaragüenses viven del trabajo informal, además de pésimas condiciones laborales y salarios poco competitivos.

“A los trabajadores nicaragüenses, a todos, nuestro compromiso de seguir luchando juntos para que el empleo se siga multiplicando en sus diferentes modalidades como lo hemos venido haciendo y lo seguimos haciendo con éxito, de tal manera que cada día tengamos más empleo, tengamos más empleados asegurados”, señaló el dictador Daniel Ortega en su último discurso.

Para el economista Enrique Sáenz, hay dos fenómenos que ponen en evidencia el fracaso económico y social de la dictadura. El primero es la migración masiva de nicaragüenses. “Desde antes la gente decía que su principal problema era el empleo y el costo de la vida, y ahora la gente se va principalmente buscando oportunidades de comida”, comenta.

El segundo factor, indica Sáenz, es la merma de asegurados en el Seguro Social, el cual ha perdido a unos 200,000 trabajadores desde el estallido de la crisis política en 2018 y no los ha podido recuperar.

Según cifras del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), en 2007, cuando Ortega llegó al poder había un total de 458,968 asegurados, y hasta el pasado mes de marzo, el INSS reporta tener 801,751 asegurados. Es decir, en 17 años, solamente ha habido 342,783 nuevos asegurados. Eso implica un promedio de 20,163 empleos por año, lo que estaría por debajo del número de personas que cada año ingresan al mercado laboral, que se calcula es de 60,000.

Los datos del INSS también reflejan que en 2017 se alcanzó a tener a 914,196 personas aseguradas, y en 2018, cuando estalló la crisis política en el país, esta cifra empezó a descender, alcanzando su punto más bajo en 2020 con 714,465 asegurados. En ese año se perdieron muchos empleos debido a la pandemia del Covid19.

Otro economista que solicita anonimato por temor a represalias señala que algunas medidas adoptadas en el INSS en los últimos años también han provocado que no se generen oportunidades de empleos en distintos sectores.

“Con las últimas reformas, las condiciones de los asegurados no mejoraron en nada porque más bien se les aumentó las contribuciones, se disminuyeron las pensiones y también se disminuyeron las prestaciones y a muchas empresas se les dificulta contratar personal”, comenta.

Sáenz coincide en este planteamiento y agrega que los pensionados también se han visto afectados porque actualmente las pensiones están reducidas a 6,250 córdobas y ya no se le aplicarán los ajustes anuales, lo cual genera que los pensionados pierdan valor adquisitivo.

Salarios paupérrimos y carestía de la vida

El otro economista consultado señala que en Nicaragua los salarios no han mejorado, pese a que los costos sí han subido de precios con el pase de tiempo. “Todos los años se reúnen para negociar el ajuste al salario mínimo y eso es una pantomima, una discusión sin sentido que la llevan hasta la fecha tope para terminar acordando subir los salarios unos 500, 600 o hasta mil córdobas, dependiendo del sector”.

El experto explica que al incrementar los salarios a los trabajadores, no necesariamente se está mejorando la calidad de vida de estos. “Si se les incrementa un 10 o un 9 por ciento anual, eso no hace diferencia considerable respecto a los costos del mercado, de servicios, deudas y demás egresos que pueda tener un trabajador y cuyos precios van subiendo mes a mes”, indica.

En lo que va de 2024, los datos del Banco Central de Nicaragua (BCN) reflejan que el salario nominal de los trabajadores asegurados promedia un total de14,723.2 córdobas, mientras que el de los trabajadores del Gobierno central es de 14,743.8.  De igual manera, el salario nominal de los trabajadores de empresas adscritas al Seguro Social se promedia en 12,476.5.

Sin embargo, el salario real de los asegurados está en un promedio de 4,612.5 córdobas, mientras que el de los trabajadores del Gobierno central es de 4,619.6, y el de empresas adscritas al Seguro Social es de 3,923.6.

En economía, el salario nominal es la cantidad total que gana el trabajador, mientras que el salario real es el que refleja el verdadero poder adquisitivo de la persona cuando se compara con el precio de las cosas y la inflación.

Enrique Sáenz explica que con el gobierno de Enrique Bolaños, antes de Daniel Ortega, “los salarios reales eran más de 20 por ciento, eran mayores que con la administración de Ortega”.

En pleno 2024, los salarios tienen una variación interanual del 3.8 por ciento para los asegurados y del 5.2 por ciento para los trabajadores del estado, además de un 4.9 para los trabajadores de empresas privadas

“Los salarios reales son paupérrimos mientras el costo de la canasta básica supera los 19,000 córdobas, casi los 20,000. Eso demuestra que no hay una mejoría en los ingresos de los nicaragüenses”, detalla el economista anónimo.

Subempleo y mercado informal

Por otro lado, los datos del Instituto Nacional de Información de Desarrollo (INIDE), actualizados hasta marzo de 2024 indican que la tasa de desempleo se ubicó en el primer trimestre del año en un 3.7 por ciento, cinco punto porcentuales más que la reportada al mismo periodo el año pasado.

De igual manera, el subempleo a nivel nacional se sitúa en 39.2 por ciento. “Cuatro de cada diez trabajadores se encuentran en condición de subempleo”, interpreta Sáenz y agrega que otros tres de cada cuatro trabajadores se encuentran en la informalidad, sin protección laboral.

Uno de los sectores que mayor desempleo está generando en el país son las zonas francas, que hasta marzo de 2024, acumulan más de 17 meses consecutivos reduciendo a su personal, lo que ha ocasionado que más de 20,000 trabajadores se sumen al desempleo.

Todas estas cifras demuestran que Daniel Ortega mintió al asegurar que se ha generado empleo y que han mejorado las condiciones laborales bajo su dictadura. “No ha mejorado el empleo, no ha mejorado las condiciones de los trabajadores de la economía informal, no ha mejorado las condiciones de subempleo ni las condiciones salariales. No han mejorado las pensiones ¿de qué está hablando Ortega entonces?”, critica Sáenz.