La Prensa 15/07/2024

En tan solo cuatro meses después de haber rebasado los 20,000 córdobas, la canasta básica se anotó en junio un nuevo récord en su costo al superar la barrera de los 21 mil córdobas, lo que refleja la presión inflacionaria que aún azota a los nicaragüenses, pese a que el régimen de Daniel Ortega asegura que la misma está cediendo.

El Instituto Nicaragüense de Información de Desarrollo (Inide) informó que en junio la cesta se ubicó en 21,015 córdobas, tras experimentar una subida de 365 córdobas con relación al costo observado en mayo, cuando se situó en 20,650 córdobas.

La última vez que la canasta alimentaria y otros bienes estaba por debajo de los 20,000 córdobas fue en febrero (19,808 córdobas), en el mes siguiente se anota un récord y en junio nuevamente alcanzó su nuevo máximo histórico en los últimos 45 años.

El Banco Central (BCN), en su decisión en julio sobre mantener en 7 por ciento la Tasa de Referencia Monetaria (TRM), dijo que “el avance en la reducción de la inflación doméstica se ha moderado, reflejando la persistencia de factores externos que han incidido en los costos de producción, resultando en presiones en los precios de los alimentos y servicios conexos”.

No obstante, expresó su optimismo de que la inflación en Nicaragua siga “disminuyendo en línea con lo observado a nivel global, y consistente con una política monetaria y fiscal equilibrada. Así, la política de subsidios del Gobierno y la política cambiaria del BCN continúan contribuyendo a la estabilidad de precios. Por su parte, la política monetaria ha asegurado la estabilidad de la moneda y el respaldo del tipo de cambio, fortaleciendo los niveles de reservas internacionales”.

 Más de 1,200 en seis meses

Esa política de gobierno, no obstante, no ha evitado que la presión de los precios en la cesta familiar deje de drenar el bolsillo. Respecto a diciembre pasado, la canasta ha subido 1,200 córdobas, “comiéndose” casi todo el ajuste salarial que recibieron los trabajadores de la paga mínima en marzo pasado.

Según el reporte del Inide, solo para comprar los alimentos en junio los hogares requerían 15,228 córdobas, mientras que en mayo eran 14,906 córdobas y en diciembre 14,123 córdobas. No obstante, hace un año, una familia solo necesitaba tener en su bolsillo 13,940.83 córdobas.

Es decir que en el último año, la crisis de precios ha ocasionado que los alimentos se encarezcan 1,288 córdobas, sin incluir otros componentes de la cesta como son productos de uso del hogar y vestimenta, que también está dentro de la canasta.

De hecho, según el reporte inflacionario a junio, Nicaragua cerró el primer semestre con una tasa de 2.86 por ciento, ligeramente menor al 3.63 por ciento observado en igual mes del año pasado.

La inflación y la canasta básica

La inflación interanual se ubicó en 4.82 por ciento, menos que los 9.87 por ciento visto en junio de 2023. Por su parte, la inflación subyacente interanual fue de 4.20 por ciento, inferior al 8.34 por ciento reflejado en el primer semestre del año pasado.

Detrás de esos números macroeconómicos, hay una realidad: en junio las familias compraron más caras las verduras y hortalizas tales como: tomate (24.52 por ciento más inaccesible), papas (27.31 por ciento de aumento) y cebolla (22.96 por ciento de alza).

En paralelo, también debieron pagar más por los alimentos servidos en restaurantes y comiderías (0.46 por ciento más caro), pollo asado para llevar (3.09 por ciento de alza) y alimentos preparados para llevar (0.21 por ciento), respectivamente.

Otros componentes de la cesta

Por otra parte, en junio se necesitaban 3,623 córdobas para compra de productos de uso del hogar, como de aseo personal o limpieza, así como servicios básicos y otros gastos. En mayo, eran 3,598.62 córdobas y en diciembre pasado se necesitaban 3,613.52 córdobas.

En tanto, en la compra de vestimenta se requerían 2,164 córdobas, un poco más que los 2,146 córdobas en mayo y los 2,064 córdobas en diciembre pasado.