La Prensa 23/07/2024

Después de la leve recuperación que por primera vez en diez años mostraron las finanzas del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) al cierre del año pasado, en el primer trimestre de este año otra vez los ingresos no fueron suficientes para cubrir los gastos, y acumularon un déficit de 384.2 millones de córdobas, monto superior en casi 40 por ciento en comparación con el déficit del mismo lapso en el 2023. Además, ahora la información que divulgan las autoridades sobre las finanzas públicas es más limitada, un solo informe trimestral por institución y otro consolidado.

Tal como advirtieron los especialistas, el superávit de 137.4 millones de córdobas que reportó la institución al cierre del 2023 fue una recuperación temporal que además era insostenible, porque no lo generó una mejoría en el desempeño financiero de la institución, sino las millonarias transferencias estatales que recibió. Tres meses después, el déficit en las finanzas del Seguro Social es dos veces superior al superávit del año pasado.

“El déficit del INSS fue de 384.2 millones de córdobas, un 36.6 por ciento superior al registrado en el primer trimestre de 2023 (281.3 millones). Este incremento se debió principalmente a un aumento en los gastos relacionados con el pago de pensiones ordinarias, el suministro de medicamentos y la atención del adulto mayor, como parte del compromiso del Gobierno de garantizar la atención de los asegurados a través de las prestaciones médicas”, dice el informe consolidado sobre las finanzas públicas del primer trimestre de 2024, publicado en el sitio web del Ministerio de Hacienda y Crédito Público.

Ingresos crecen, pero no cubren los gastos

El documento también detalla que los ingresos del INSS reflejaron un crecimiento del 9.8 por ciento, asociado al incremento en las contribuciones sociales, resultado del aumento interanual del 10.6 por ciento en la masa salarial de los asegurados y el incremento de 2,030 afiliados, ya que la institución cerró el primer trimestre del año con 801,751 asegurados.

Pese a ese crecimiento de casi 10 por ciento en los ingresos, que según el informe tuvieron las finanzas del INSS durante el primer trimestre del 2024, no fue suficiente para cubrir los gastos. El estado de operaciones que publicó el Ministerio de Hacienda en su sitio web refleja que entre enero y marzo de este año el INSS percibió 10,800 millones de córdobas en ingresos; 10,227 millones en contribuciones sociales y 573 millones en concepto de otros ingresos.

Sin embargo, los gastos sumaron 10,910 millones de córdobas. 573.9 millones en remuneraciones a los empleados; 3,660 millones en compra de bienes y servicios; 12.5 millones en transferencias; 6,627 millones en prestaciones sociales; y 36.5 millones de córdobas en otros gastos.

Esto implica que los gastos superaron en 109.7 millones de córdobas a los ingresos. A esto se suma que la institución invirtió 274.5 millones de córdobas en la adquisición de activos no financieros y con esto los gastos totales se elevaron a 11,184 millones de córdobas y el déficit se elevó a 384.2 millones de córdobas.

Volvieron los déficit millonarios

Este nuevo hueco financiero refleja lo que advirtieron los especialistas al cierre del año pasado, cuando la entidad anunció que en lugar de acumular el déficit de 3,571.7 millones de córdobas proyectado por las autoridades, consiguió un superávit de 137.4 millones de córdobas. En ese momento los especialistas explicaron que esa era una recuperación momentánea e insostenible, ya que ese pequeño monto que le quedó después de cubrir los gastos e inversiones, surgió de las millonarias transferencias que el Estado le hace al INSS desde hace varios años.

Los Informes de Liquidación de los Presupuestos reflejan que entre 2013 y 2023 el régimen Ortega Murillo le pagó al INSS los 500 millones de dólares de la llamada deuda histórica que el Estado mantenía con la entidad. En 2014 la Asamblea Nacional aprobó una Ley que estableció que esa deuda se pagaría con bonos de la República, sin intereses, a un plazo de 50 años, con pagos anuales de 10 millones de dólares. Pero la crisis aceleró los pagos y la deuda se canceló en nueve años, el último abono se entregó en 2021.

Adicionalmente, en el mismo periodo el Estado oxigenó las finanzas del INSS con otros 500 millones de dólares en concepto de: aporte estatal, pago de pensiones especiales, servicio de la deuda interna y apoyo presupuestario. A partir de 2022, cuando la deuda histórica ya estaba cancelada, comenzaron a incrementarse las transferencias en concepto de apoyo presupuestario.

Quiebra financiera del INSS es una realidad

Además de advertir que el alivio sería momentáneo, tal como lo demuestra el nuevo informe, los especialistas recordaron que la quiebra financiera del INSS es una realidad, ya que desde el 2021 las reservas técnicas se agotaron. Por tanto, no entienden por qué ante una situación tan crítica, Daniel Ortega no ha promovido otra reforma que le ponga fin a esta crisis, sino que optó por sostener las finanzas del INSS a través del Presupuesto General de la República, donde tampoco abundan los recursos y seguramente tiene que sacrificar algunas asignaciones para garantizar esas transferencias.

En medio de la crisis que enfrentan las finanzas del INSS, a partir de 2024 el régimen Ortega Murillo restringió aún más la cantidad de información que divulga sobre el manejo de estos recursos, que pertenecen a los trabajadores que están afiliados a la Seguridad Social.

Después de varios meses de atraso en el reporte de las Finanzas Públicas, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público actualizó sus reportes, pero con un cambio sustancial. Antes publicaba dos informes mensuales: el balance de las cuentas y el resultado operativo. Ahora hay un solo informe trimestral que consolida datos mensuales del balance y del resultado de operaciones; y adicionalmente publican un reporte trimestral consolidado de todas las finanzas públicas del Estado.