La Prensa 04/03/2025

En medio de la caída que registró la exportación de café en el ciclo anterior, cuando el volumen que Nicaragua mandó al exterior cayó a 2.71 millones de quintales —su nivel más bajo de la última década— las autoridades no explican si esto fue provocado por problemas de logística para la exportación o si se redujo la producción. Pero dirigentes del sector aseguran que fue una mezcla de ambas cosas y pronostican algo similar o peor para la cosecha 2024-2025 que está en curso. Sin embargo, la proyección del Ministerio Agropecuario (Mag) evade este tropiezo y anuncia un gran inicio del nuevo ciclo.

Según un reporte del Ministerio Agropecuario (Mag), publicado por medios oficialistas, la cosecha 2024-2025, que comenzó el 1 de octubre del año pasado y concluye el 30 de septiembre de este año, inició con buen ritmo.

Según el informe oficial, en el primer trimestre del ciclo, es decir, entre octubre y diciembre, 59 beneficios secos, ubicados en Matagalpa, Nueva Segovia, Madriz, Jinotega, Estelí, Boaco, Managua y Rivas, acopiaron 1.55 millones de quintales de café en pergamino oreado. Este volumen equivale a 838,477 quintales oro, es decir, listo para exportar.

A ese ritmo se cumpliría sin problemas la meta del Plan Nacional de Producción, Consumo y Comercio que proyecta que en el ciclo que está en curso se produzcan 3.30 millones de quintales, la mayoría para exportar, ya que según cálculos oficiales el país solo consume alrededor de 200 mil quintales de café por año. La meta oficial es que las exportaciones de café generen en este ciclo unos 588 millones de dólares.

Consumo local, según el Mag, es de 200 mil quintales
Sin embargo, aunque el Mag reporta un fuerte volumen de producción en el primer trimestre del ciclo, el Banco Central de Nicaragua (BCN) dice que en ese periodo solo se exportaron 186,300 quintales de café, por lo que el sector obtuvo 36.9 millones de dólares.
Dicho volumen es menor en más de 30 mil quintales con respecto a las exportaciones que se realizaron entre octubre y diciembre de 2023. Además, refleja que de los 838,477 quintales que según el Mag se produjeron en los primeros tres meses del ciclo, sólo se mandó al mercado externo alrededor del 22 por ciento de ese volumen.

La meta para el ciclo 2024-2025 que está en curso es superior a la de la cosecha anterior, que además no se cumplió. Todavía no hay un reporte oficial de la producción del ciclo 2023-2024 pero sólo se exportaron 2.71 millones de quintales del llamado grano de oro, por los que el país obtuvo 487.50 millones de dólares. Si tal como dicen los reportes oficiales el consumo interno ronda los 200 mil quintales, la producción del ciclo anterior no llegó a 3 millones de quintales.

¿Es café de esta cosecha como dice el Mag?
No obstante, dirigentes del sector cafetalero consideran que es posible que la producción haya mermado, pero tampoco descartan que la «confiscación» de Cisa Exportadora, en diciembre de 2023, haya dificultado la exportación de parte de esa cosecha, especialmente porque esta empresa —que en cada ciclo colocaba en el mercado internacional alrededor de la mitad de cada cosecha— tenía muchos contratos de entrega en ese ciclo.

Varios dirigentes del sector admiten que los beneficios secos que menciona el informe del Mag efectivamente lucen abarrotados, pero no pueden confirmar si es café de la cosecha anterior que no se pudo exportar por el cierre de Cisa, o si ese café se produjo en el ciclo actual como alega el Mag.

Sin embargo, dicen que se debe tomar en cuenta que la cosecha actual está enfrentando más dificultades que en otras épocas. A la falta de cortadores se suman los efectos de las lluvias, la falta de organización gremial para tomar decisiones y la histórica falta de financiamiento, por lo que les parece extraño el nivel tan alto de producción que reporta el Mag para los primeros tres meses del ciclo.

Hay temor entre los cafetaleros
También consideran elevado el volumen de producción que reporta el Mag, porque a la falta de cortadores se suma que en los últimos meses del año pasado el exceso de lluvia aceleró la maduración del grano y en muchos casos provocó su caída. Además, los productores advirtieron que esta cosecha sería menor, porque el cierre de Cisa no sólo afectó las exportaciones, sino también la producción.

Los productores consultados recuerdan que dicha empresa —que el régimen Ortega Murillo confiscó alegando una deuda de impuestos de 30 millones de dólares, luego que su casa matriz Mercon Coffee Group se acogió a la Ley de Quiebras de Estados Unidos—, también «habilitaba» a unos seis mil productores medianos; es decir, les otorgaba recursos para atender las plantaciones y luego ellos pagaban con la cosecha.

Entonces, el cese de operaciones de Cisa dejó sin opción de financiamiento a muchos cafetaleros y esa falta de atención en las plantaciones repercute directamente en los rendimientos.

Además, lamentan no contar con las herramientas indicadas para saber cuál es la realidad del sector, ya que tras el cierre de todas las organizaciones empresariales, no hay manera de recopilar ni intercambiar información de los sectores, ya que incluso la mayoría de los productores teme hablar hasta de su propia realidad, ya que eso puede provocar que los metan a la cárcel o los destierren.

Admiten que la situación que enfrenta el sector cafetalero es grave, sin embargo, consideran que en muchos casos la única opción que tienen es abandonar sus plantaciones.