La Prensa 10/12/2020

En las obsoletas máquinas de generación de energía eléctrica de las plantas de Albanisa está atrapado el  significativo respiro que urge a los nicaragüenses en sus facturas eléctricas, de las más caras en Centroamérica.  Es el mismo alivio que el régimen de Daniel Ortega prometió buscar en los contratos de las generadoras de energías renovables y cuyos resultados del proceso de renegociación hasta ahora se desconocen, pese a que los hogares están a las puertas de una fuerte alza en la tarifa en enero próximo.  

En todo el año las plantas Che Guevara de Alba Generación, tenían programado entregar al sistema 8,943 megavatios, sin embargo hasta la fecha solo han entregado 1,827 megavatios (el 20 por ciento de lo programado). Pero además de las nueve plantas solo están funcionando tres, los motores 6,7 y 9, el resto no ha aportado nada al sistema en todo el año, revela, el Centro Nacional de Despacho de Carga en su sitio web.

Patricia Rodríguez, especialista en temas energéticos, afirma que si tan solo se sacará del sistema eléctrico las plantas obsoletas de Albanisa, a las cuales se les sigue pagando potencia por una disponibilidad que no existe y si se reconsidera comprar energía en el mercado regional a un precio más barato del actual, la rebaja podría llegar a alcanzar el 25 por ciento.

“La solución es fácil de aplicar, rápida y legal, porque una planta que no está disponible (para inyectar energía al tendido eléctrico nacional) su mismo contrato faculta para que se anule, eso debería de pasar con las plantas Che Guevara (de Albanisa). Y si en un caso no lo establece el contrato, está en la ley de la Industria Eléctrica,  entonces lo más fácil es cancelar esos contratos porque hasta se está importando energía en sustitución”, dijo Rodríguez.

Cuando Rodríguez dice que no «está disponible» se refiere a las plantas no están operando, pero pese a que no están inyectando electricidad al sistema nacional, reciben un pago que se carga en la factura de los consumidores.

La especialista señala que solo con esos pequeños ajustes los usuarios sentirán un alivio real. ¿Cuánto significa una reducción del 25 por ciento en la tarifa? Una merma del 25 por ciento implica que si doña Carmen Acevedo pagaba 1,200 córdobas de luz, ahora podría pagar 900 córdobas por mes,  es decir 300 pesos menos.

Sin embargo, lograr esos ajustes no será tan fácil, tomando en cuenta que Albanisa es un consorcio administrado por testaferros de la familia presidencial. Hasta el 2018, tanto Albanisa como Alba Generación tenían 310 megavatios, de los 1,600 megas que tiene de capacidad instalada el país, es decir el 19 por ciento del total.

Y por esos 310 megavatios, a esta generadora se le paga por potencia entre 14,740 y 14,960 dólares por megavatio, mientras que en el resto de países estos precios son regulados y no superan los 12,000 dólares.

Por ejemplo en El Salvador el precio por potencia es de 7,800 dólares por megavatios y ese precio es revisado cada año, es decir que en Nicaragua se paga entre un 88 y 91 por ciento más que en el país vecino, lo que tiene un elevado costo para los hogares, empresas e industrias del país, incluido el propio Estado que paga por este servicio.

Solo en diciembre del 2018, la empresa distribuidora Disnorte-Dissur le pagó a la empresa Albanisa 2.9 millones de dólares solo por potencia y a Alba Generación otros 1.6 millones de dólares.

Pese a las limitaciones actuales de las plantas de Alba Generación, estas no están en el cronograma de retiro, según revela el Plan de Expansión de Generación Eléctrica 2019-2033, del Ministerio de Energías y Minas (MEM), disponible en su sitio electrónico. Pero además las sanciones de Estados Unidos a Albanisa, dueña de esta generadora, han dificultado que la misma importe sus propios equipos y repuestos de las maquinarias.

Al respecto el economista Javier Mejía, del Centro Humboldt, coincide con Rodríguez que lo más importante es sacar del juego a las plantas de energía viejas que ya no operan, por las que los usuarios siguen pagando.

“Se está pagando la potencia por plantas obsoletas que simplemente están ahí, pero son pagos demasiados altos. Creo que debe haber un proceso integral de toda la cadena, porque de lo contrario no habrá una baja sustancial. Siempre pongo de ejemplo a Honduras, que solo con la revisión de los precios internacionales pudo bajar la tarifa un 14 por ciento, solo tomando en cuenta que los precios del petróleo han bajado, y Honduras tiene una sistema muy parecido al de Nicaragua”, ejemplificó Mejía.

Pero además Rodríguez expresó que otra opción para reducir la tarifa es renegociando los contratos con el mercado regional, puesto que Nicaragua está pagando el doble por estos. “Nicaragua está importando casi al doble del precio que se maneja, por haber firmado un contrato, que a lo mejor hay alguna ganancia de alguien, porque no hay explicación en el precio y eso está en manos del gobierno” dijo.

¿Qué impacto tiene renegociar los contratos renovables?

Pero lejos de hacer esos ajustes que plantean los especialistas, el Gobierno está buscando ese alivio con los generadores de energía renovables, a los que les ofreció paquetes de alivios fiscales para que estos renegociaran las tarifas acordadas en sus contratos cuando el precio del crudo era alto a nivel internacional.

Para Rodríguez, la renegociación de los contratos de energía renovable no tienen mayor incidencia en la tarifa.
“La renegociación de los contratos de energía renovable no ayudan mucho porque los más caro son los térmicos, sobre todo por el pago de la potencia, o sea tendría que ser una reducción sustancial en el precio de la renovable para que pueda haber un efecto y aunque sea sustancial no va a ser tan alto” el alivio a los consumidores, explicó Rodríguez.

“No comparto renegociar contratos con los renovables porque considero que no son onerosos, obviamente que si lo comparamos ahorita hay precios más baratos, pero hay otras circunstancias que inducen que los contratos sean más baratos, por ejemplo por los subsidios, pero eso no es el caso de Nicaragua”, dijo.

Asimismo argumenta que con la reforma que se aprobó hace poco se va a prolongar el incentivo, y «no tiene sentido, porque ellos ya recuperaron su inversión, para mí hubiera sido mejor mantener la exoneración del IVA a los consumidores y no seguir exonerando a renovables”.

Sin embargo cuando se aprobó esta reforma, el diputado Edwin Castro explicó que esta le daría herramientas legales al titular del Ministerio de Energía y Minas para que pueda llevar a buen término las renegociaciones con los generadores de renovables antes que finalizar octubre, y adelantó “que dicho sea de paso están en muy buen camino, lo cual nos conllevará a una reducción sustancial de la tarifa promedio del país, es decir, para todo el mundo, inclusive, para la mayoría de los diputados que consumimos más de 150 kilovatios hora”. Sin embargo hasta la fecha se desconoce el avance de esa negociación.

Al respecto Mejía, sostuvo que es una buena iniciativa que se revisaran los contratos de energía renovables, “porque fueron contratos que se hicieron cuando se quería fomentar la inversión y se hizo el análisis de los precios internacionales del petróleo, cuando estaban altos y ahorita con la crisis ha bajado mucho, además que la tecnología de hace diez años no es la de ahora, pero renegociar estos contratos no es suficiente” añadió.