La Prensa 27/01/2022

Nueve semanas han transcurrido desde que el régimen de Daniel Ortega sorprendió con una inusual medida que por años necesitaban los nicaragüenses: detener la tendencia alcista en el precio de los combustibles y gas butano, para corregir distorsiones. Sin embargo, lejos de acercar estos precios a los más accesibles de Centroamérica, la brecha se ha ampliado, especialmente con los de El Salvador, que comparte la misma logística y estructura de mercado que la nicaragüense, según un análisis realizado por este Diario.

En ese contexto, ¿por qué fracasó el intento del régimen de Ortega de llevar alivio a los nicaragüenses mediante una política de congelamiento de precios tras casi 30 alzas a lo largo del 2021? El problema es que la dictadura, que intentó ganar adeptos al aplicar la política a pocos días de que se realizaran elecciones presidenciales en Nicaragua el pasado 7 de noviembre, decidió actuar cuando en el mundo estos empezaron a bajar.

A nivel internacional se han registrado al menos seis semanas de bajas, cinco de ellas consecutivas, en los precios de las gasolinas y diésel, pero, este alivio no ha llegado a los nicaragüenses, pues durante este tiempo el Gobierno no ha revertido su decisión de mantener congelados los precios de los carburantes, que siguen siendo catalogados como los más caros de la región.

«El Gobierno debe asegurar que el próximo 26 de diciembre de 2021 se apliquen las bajas de los precios internacionales de diciembre más las de noviembre para beneficio de la economía familiar», explica un especialista en hidrocarburos, que prefiere no ser citado por temor a represalias.

Cabe destacar que la decisión fue tomada a 15 días de celebrar los controversiales comicios, en donde el régimen de Ortega-Murillo logró aferrarse aún más en el poder, no obstante, la medida no ha permitido corregir la distorsión de precios existente respecto a los vigentes en los demás países vecinos.

Actualmente, en Nicaragua, las pizarras de las estaciones de combustibles se mantienen con los siguientes precios: el galón de gasolina súper en 4.49 dólares, la regular en 4.48 dólares y el diésel en 3.91, según un reporte regional del Ministerio de Economía de El Salvador.

LA PRENSA basó su análisis comparando la brecha que se tenía entre los precios nicaragüenses con los precios de El Salvador (que comparte la misma logística que Nicaragua), con los de Costa Rica (los más caros de la región al incluir los impuestos) y Panamá, los más baratos de la región.

El análisis está desglosado por tipo de combustible en cada nación. Cabe mencionar que las proveedoras de combustibles en Nicaragua operan en esas economías.

Brecha de precios en Centroamérica

En esa línea, Nicaragua y El Salvador tienen en común que comparten similar logística de importación de estos tipos de productos e iguales volúmenes de venta, sin embargo, en territorio nacional se comercializan a valores más caros.

Un ejemplo de esa distorsión es que, según el reporte regional, los precios que estuvieron vigentes en la semana del 17 al 23 de octubre – antes que el Gobierno anunciara el congelamiento- muestran que en Nicaragua se comercializaba el galón de gasolina súper en 4.49 dólares, mientras en El Salvador eran 3.93 dólares, es decir, una brecha de 0.56 dólar.

Ahora, tras los dos meses de decretado el congelamiento, la diferencia de precios entre estos dos países es de 0.66 dólar, puesto que, hasta la semana del 12 al 18 de diciembre, en El Salvador el galón de gasolina súper se podía adquirir en 3.82 dólar, en cambio, en territorio nacional continúa con el mismo valor.

Incluso la política de congelamiento no ha tenido un efecto significativo para alejarnos de los precios elevados de Costa Rica. En este caso, hasta la semana del 17 al 23 de octubre en Costa Rica estos ciudadanos pagaban 4.39 dólares por un galón de gasolina súper, frente a los 4.49 dólares que pagan los nicaragüenses, generando de esta manera una brecha de 0.10 dólar.

Posteriormente, en la semana del 12 de diciembre, la balanza cambió ligeramente y en el vecino del sur se está cobrando 0.03 dólar más que en Nicaragua, al comercializar el galón de súper en 4.51 dólares.

Según el reporte regional, en Panamá se comercializan los combustibles más baratos de Centroamérica. En la semana del 17 de octubre, los panameños podían adquirir un galón de gasolina súper en 3.51 dólares, 0.98 dólares más accesible que lo que pagaban los nicaragüenses.

En cambio, hasta la semana pasada no se registró gran variación en los precios de estos, y la brecha se ubica en 0.97 dólar. Es decir que los precios nicaragüenses no se acercaron mucho a los panameños.

¿De cuánto es la distorsión de precios con la regular?

El panorama es similar en cuanto a la comercialización de la gasolina regular. Por ejemplo, en la semana del 17 de octubre, las petroleras salvadoreñas establecieron el precio del galón de este carburante en 3.78 dólares, inferior a los 4.38 dólares que se desembolsaban en Nicaragua. La brecha era de 0.60 dólar.

En cambio, tras el congelamiento de precios, que, según el Gobierno se efectuó con el fin de “proteger la economía de las familias nicaragüenses”, la diferencia entre estos dos países se amplió a 0.68 dólar, puesto que hasta la semana pasada en El Salvador el galón de la regular se vendía en 3.68 dólares. Es decir los precios nicaragüenses se volvieron más caros.

Por su parte, en la semana del 17 de octubre, en suelo tico el galón de regular se comercializaba en 4.28 dólares, generando una brecha con Nicaragua de 0.10 dólar. En cambio, hasta la semana pasada, se registró un aumento en el valor de este carburante y se posicionó en 4.42 dólares, dejando la brecha en 0.06, lo que muestra una ligera mejora a favor de los combustibles nicaragüenses.

En el caso de Panamá, en ambos periodos de referencia el galón de regular, el cual contiene 3.785 litros, se mantuvo cotizándose en 3.41 dólares, razón por la cual, la diferencia con Nicaragua fue, en promedio, de 0.97 dólar. Es decir, que la política del régimen de Ortega no permitió que los valores locales se acercaran a los precios más baratos de Centroamérica.

Diésel más caro en …

La diferencia es más marcada si se comparan los precios locales con los valores que pagan los salvadoreños por el diésel. Específicamente, el reporte regional revela que en la semana del 17 de octubre cada galón de diésel en Nicaragua se ubicaba en 3.91 dólares, mientras que en El Salvador se encontraba en 3.48 dólares, es decir, existía una brecha de 0.43 dólar.

Mientras, hasta la semana pasada en El Salvador este producto se vendía en 3.34 dólares el galón, es decir 0.56 dólar más barata que en Nicaragua. Es decir el diésel que se vende en el mercado nicaragüense se volvió más caro que el salvadoreño. En el país este carburante es el que más se consume a nivel nacional.

Por otro lado, hace dos meses el vecino del sur distribuía el galón de diésel a un precio de 3.57 dólares, 0.34 dólar menos que lo que pagaban los consumidores en Nicaragua.

Sin embargo, al Costa Rica comercializar, durante la semana pasada, el galón de diésel en 3.82 dólares, la brecha entre ambos países se redujo y se ubicó en 0.09 dólar, según los datos del reporte. Es decir se volvió más caro en ese país, pero en Nicaragua siguió por encima del precio costarricense.

Si se compara el precio que tenía el galón de este producto en Panamá (3.11 dólares) – en el periodo de referencia de octubre – con el de Nicaragua, la diferencia era de 0.80 dólar, menor que el nicaragüense.

Asimismo, hasta la semana pasada en el país canalero se podía adquirir el galón del cotizado diésel con 3.07 dólares, 0.83 dólar más accesible que lo que pagan los nicaragüenses. Es decir el producto local se volvió más caro y se alejó del precio más barato de la región.

¡Se avecinan más bajas!

El especialista en hidrocarburos compartió a LA PRENSA las proyecciones que realizó la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés) sobre el comportamiento de los precios internacionales del petróleo para diciembre del corriente.

“La EIA proyectó para diciembre el precio promedio del petróleo West Texas lntermediate (WTI) en 70.4 dólares por barril, siendo el promedio anual de 67.9 dólares por barril”, indicó, como consecuencia de un menor consumo por el rebrote de la covid-19, sumado al aumento de producción de la Organización de Productores y Exportadores de Petróleo (OPEP), y refinerías de Estados Unidos.

Asimismo, señaló que las proyecciones de la EIA apuntaban a que los precios promedios internacionales de diciembre bajarían en comparación con noviembre. “La gasolina regular 0.19 dólar por galón, la gasolina Super 0.20 dólar por galón y diésel 0.16 dólar por galón”, precisó. Es decir se producirían este mes más alivios que se sumarían a los de noviembre.

La caída de los precios internacionales ocurrió un mes después que Estados Unidos y otras grandes naciones decidieran liberar parte de sus reservas estratégicas de petróleo. También ómicron, la nueva variante de la covid-19 descubierta en Sudáfrica, es responsable de las bajas. Esta ha devuelto el miedo a los inversores, quienes temen que ciertas restricciones para combatirla causen una nueva recesión económica mundial.

Pese a estos temores la OPEP volvió a mantener, en su reunión mensual del 2 de diciembre, su plan de aumento de bombeo e introducirá 400,000 barriles diarios más desde enero.

Además, en un reciente informe sobre el mercado de petróleo, la AIE alertó sobre una reducción temporal en la demanda mundial de crudo por el nuevo aumento global de contagios, pero aseguró que volvería en 2022 a sus niveles prepandémicos.

El especialista local explica solo en diciembre (del 1 al 24 de diciembre) los precios promedios internacionales respecto a noviembre, bajaron “para la gasolina regular 0.19 dólar por galón, la gasolina súper 0.20 dólar por galón y el diésel 0.16 dólar por galón, según ventas estimadas, el margen bruto subiría 5.1 millones de dólares” a favor de las petroleras.

Panorama a nivel nacional

El especialista sostuvo que, según datos del Banco Central de Nicaragua (BCN), las ventas de enero a septiembre del corriente, en relación a gasolinas y diésel, subieron un 13.4 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2020. “Las gasolinas, 10.7 por ciento y diésel, 15.2 por ciento”, enfatizó.

También estimó para Nicaragua un consumo anual de 2021 en ocho millones de barriles (un máximo histórico), siendo 10.9 por ciento superior en relación a 2020 y 6.3 por ciento mayor que la pre recesión de 2017, de 7.5 millones de barriles. Esto ayuda a mejorar los ingresos de las petroleras.

Afirmó que el 26 de diciembre el Gobierno debía asegurar que en territorio nacional “se aplicaran las disminuciones de los precios internacionales de diciembre y noviembre para beneficio de la economía familiar”.

Sector selectivo se queja

Marvin Pomares, presidente del Instituto Nacional de Defensa del Consumidor (Indec), compartió recientemente a LA PRENSA que quienes más se están quejando por los elevados precios de los combustibles son el sector selectivo de taxis y el sector intermunicipal de transporte.

“El sector selectivo de taxis dice que se congeló en la parte más alta del precio y el congelamiento a ellos no les ha dado ningún beneficio. El sector intermunicipal de transporte también se está quejando, ellos aducen que realmente está bien caro el combustible y si ellos cobran más la gente no les quiere pagar, quieren dar lo que está establecido por el Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI)”, mencionó.

Asimismo, recordó que en Nicaragua existe “un duopolio, donde las únicas que se benefician son las gasolineras, porque realmente ellas siguen ganando, aunque esté congelado el precio, porque el Gobierno siempre está pagando la diferencia, lógicamente sale del pueblo, pero la está pagando el Gobierno”.

En lo que va del 2021 se han registrado 31 alzas y 11 bajas en el precio de la gasolina regular y súper, y 29 alzas y 13 bajas en el precio del diésel. “Estas variaciones se deben a las fluctuaciones que presentan los precios de referencia internacional de estos productos”, señala Instituto Nicaragüense de Energía (INE).

INE no publicación información vital

Por otro lado, fuentes del sector indican que desde hace tiempo dicha entidad no ha publicado el reporte de las calibraciones de las bombas de despacho de las gasolineras que operan en todo el territorio nacional.

Por ejemplo, a raíz de estas inspecciones, que realiza el INE desde 2007, se puede abrir procesos administrativos en contra de estaciones de despacho de combustible por vender el producto en menores cantidades, violentando las leyes de la comercialización de hidrocarburos y causando un perjuicio económico a los consumidores.