La Prensa 03/02/2022
El Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) cerró noviembre con 2,621.3 millones de córdobas en déficit, lo que equivale a un aumento del 0.21 por ciento si se compara con lo reportado en igual lapso de 2020 (2,615.8 millones), según cifras recién divulgadas por el Ministerio de Hacienda y Crédito Público (MHCP).
Cabe destacar que, aunque en parte de 2021 el desequilibrio financiero de la entidad cedió un poco, lo cierto es que el déficit sigue siendo abultado y registró un significativo incremento en noviembre, cuyo desequilibrio financiero puede empeorar en las cifras de cierre de diciembre cuando se paga el aguinaldo a los trabajadores de la entidad y a los pensionados.
En concreto, en septiembre y octubre la entidad reportó un superávit de 133.2 y 83.3 millones de córdobas respectivamente, pero la situación cambió en noviembre, cuando registró un déficit de 2,277.8 millones de córdobas.
Además, en los primeros once meses de 2021 la entidad no pudo cubrir una necesidad de financiamiento de 3,106.3 millones de córdobas en su gasto operativo frente a los 3,109.7 millones totalizados en el mismo periodo de 2020.
¿A qué se debe el caos financiero del INSS?
El INSS concluyó el 2021 como su octavo año de crisis financiera, agobiado por tres años de recesión económica, señalamientos de corrupción en el manejo de las finanzas de la entidad y carente de transparencia en su información financiera.
Daniel Ortega recibió en 2007 —cuando asumió nuevamente el poder en Nicaragua— el sistema de Seguridad Social “sano” y con un superávit de más de mil millones de córdobas, sin embargo, los números oficiales indican que desde el 2013 se registra un déficit que no ha dejado de crecer con el paso de los años y que en todo 2020 totalizó 3,598.5 millones de córdobas.
Esta institución es una de las más afectadas por los efectos de la crisis sociopolítica y por la pandemia de la covid-19, debido a la significativa caída del empleo a nivel nacional, lo que provocó una disminución de afiliados, haciendo más grande la necesidad financiera.
De hecho, en 2021 se registró una recuperación de 46,748 empleos formales, según la evolución de la base de afiliados al INSS, sin embargo, aún hacen falta más de 140 mil plazas que fueron destruidas desde la crisis sociopolítica de 2018, según las estadísticas del Banco Central de Nicaragua (BCN).
Un especialista en el tema, quien prefirió el anonimato por temor a represalias, explicó recientemente a LA PRENSA que “el Seguro Social vive de los ingresos de los asegurados, ingresos por cotización, el trabajador da una parte, el empleador da otra parte y el Estado da un poquito. Para que el Seguro viva necesita que esa gente esté dando dinero, pero además necesitamos que cada día aumenten más los que cotizan”.
“Ahorita subieron más de 45,000 afiliados, pero se fueron 240,000, es decir que no hemos ni repuesto esos que se fueron, además todavía hacen falta todos los que no entraron nuevos, deberíamos de estar alrededor de millón y medio ahorita, si el país estuviera normal y creciera económicamente con sus fuentes de trabajo”, sostuvo en su momento.
Actualmente, el instituto no tiene capacidad para cubrir por completo con sus ingresos sus obligaciones más básicas como la prestación de servicios médicos para sus contribuyentes y pensionados y el pago a los jubilados.
Ingresos y gastos de la institución
Los números divulgados por el MHCP muestran que hasta el undécimo mes de 2021, la cifra total de ingresos que recibió el INSS ascendió a 30,680.8 millones de córdobas, 2,855.1 millones de córdobas más que lo obtenido en el mismo lapso de 2020 (27,825.7 millones). La diferencia equivale al 10.2 por ciento.
De los ingresos totales de 2021, 28,935.1 millones correspondían a contribuciones realizadas por trabajadores y empresas. Lo restante (1,745.6 millones) hace referencia al rubro “otros ingresos”, donde se reflejan las ganancias en cuanto a inversiones.
Por otro lado, en el periodo de referencia los gastos sumaron 33,302.1 millones de córdobas, un 9.3 por ciento más que en el mismo periodo de 2020, cuando se contabilizaron 30,441.5 millones.
En detalle, las “remuneraciones a empleados” totalizaron 1,658 millones de córdobas hasta noviembre de 2020 y en 2021 esta cifra se ubicó en 1,679 millones, según las cifras del máximo emisor bancario.
En cuanto a la “compra de bienes y servicios”, que engloba la atención brindada a través de clínicas, la compra de insumos, medicinas, entre otras cosas, hasta noviembre el INSS gastó 10,102.1 millones de córdobas, frente a los 9,285.5 millones del mismo periodo de 2020.
Mientras, en las “prestaciones sociales”, que incluyen las pensiones que otorga el Seguro Social, el gasto pasó de 9,285.5 millones de córdobas en los primeros once meses de 2020, a 21,497.6 millones en 2021.El Gobierno proyecta para este año que el INSS complete un nuevo ciclo de crisis en sus finanzas con un déficit de 3,603.6 millones de córdobas al finalizar el 2022. Se estima que los ingresos totalicen 35,530.6 millones de córdobas y los gastos ronden los 39,134.2 millones de córdobas.