La Prensa 23/08/2022

El costo de la canasta básica sigue disparándose, al punto que en cuestión de seis meses esta ha subido 1,587 córdobas, mientras el salario real (que refleja el poder de compra un trabajador) continúa descendiendo y más de 2,500 córdobas en el último año.

El Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide) reveló que en julio el costo de la cesta familiar, con 53 productos, ascendió a 17,843 córdobas, tras experimentar en un solo mes 362 córdobas de alza, especialmente los productos relacionados con los alimentos y bebidas. En junio la canasta ascendió a 17,480 córdobas, cuando los economistas creían que la inflación estaba empezando a ceder.

“En mayo recién pasado, creí que la tasa de inflación de Nicaragua había tocado techo, pero me equivoqué por segunda vez en el examen inflacionario”, admite el economista Néstor Avendaño en un análisis titulado El IPC de Nicaragua aceleró sorpresivamente en julio, publicado en su blog personal.

Y es que la inflación- que refleja la evolución de los precios de los bienes y servicios más demandados en el mercado nacional- se aceleró en julio, al incrementarse 1.34 por ciento, la tasa mensual más alta que se ha registrado este año, luego de haber mostrado una desaceleración en junio (0.51 por ciento).

El comportamiento que más preocupa es la variación acumulada en los últimos 12 meses, que se mueve por encima de un dígito. A julio, la inflación anualizada se ubicó en 11.46 por ciento, lo que refleja los sofocantes incrementos de precios que los nicaragüenses están sufriendo. Esta tasa es la más alta desde agosto del 2021, cuando la espiral alcista empezó a afectar a Nicaragua, con una tasa de 4.98 por ciento.

De hecho, los números del Inide muestran que a julio del año pasado la cesta se ubicaba en 15,266 córdobas, lo que implica que desde entonces esta ha subido 2,576 córdobas y 1,587 córdobas respecto a diciembre pasado, cuando ascendió a 16,255 córdobas.

La inflación acumula es de 6.66 por ciento, superando ya la observada a julio del año pasado (2.60 por ciento). Es decir que Nicaragua se encaminaría este año a una de las tasas de inflación más alta que se ha observado en los últimos años.

“La pregunta macroeconómica crucial que hoy existe es que si será necesario enfriar la economía nicaragüense, es decir, provocar una recesión económica para reducir la tasa de inflación subyacente de 8.46 por ciento registrada en julio de este año. Creo que no, porque la política macroeconómica ha sido administrada apropiadamente desde el año de 2019, o sea, que las autoridades económicas gubernamentales han logrado mantener una política monetaria contractiva y una política fiscal casi de equilibrio, con un mayor gasto de inversión pública y un déficit fiscal cercano a 1por ciento por ciento del PIB”, escribió Avendaño en su análisis, que plantea que esperaría que en agosto la inflación empiece a ceder debido a que el precio del crudo a nivel internacional empezó a caer, así como el de los agroquímicos y las materias primas.

Y es que el incremento del precio del petróleo aunado a la crisis en la cadena de suministro han impactado los precios de los bienes de la cesta familiar en Nicaragua, como igual ha ocurrido en el mundo.

“La tasa de inflación provocada por los shocks de oferta tendría que reducirse resolviendo los problemas mundiales con un origen no económico, tales como la pandemia del Covid-19, los cuellos de botella de las cadenas de suministro y el conflicto geopolítico-militar entre Rusia y Ucrania”, escribió Avendaño.  

Pero ¿cuánto necesitan los nicaragüenses para poder comprar cada uno de los componentes de la canasta básica?

A julio un hogar requería 12,541 córdobas para comprar granos básicos, carnes, lácteos y verduras. En diciembre apenas se necesitaban 11,096 córdobas y en igual mes del año pasado eran 10,260 córdobas, según muestran cifras del Inide.

Es decir que el mayor peso de las alzas en cada uno de los periodos ha recaído en los alimentos, porque solo en el último año este subgrupo de productos de la cesta ha subido 2,281 córdobas, el 88 por ciento del total del incremento de la cesta familiar en los últimos 12 meses.

“El tema de los precios es un tema que viene, en el caso de Nicaragua que lo ha afectado, viene de afuera. Es un fenómeno, o una experiencia que por primera vez la vivimos a nivel nacional, en el sentido de que antes todos los desequilibrios de precios en Nicaragua eran internos, se producían en Nicaragua, pero ahora todos los desequilibrios y en gran medida es del exterior. Pero ahora todo el desequilibrio de precios está viniendo de afuera; es decir, la inflación es alta”, dijo en días recientes el presidente del Banco Central, Ovidio Reyes en declaraciones a medios de propaganda de la dictadura.

El apartado de productos para el hogar, que incluye los servicios básicos, productos para la higiene personal y de limpieza de la vivienda, a julio se situó en 3,437 córdobas, por encima de los 3,3351 córdobas en diciembre del año pasado y más costoso que en julio del 2021, cuando este gasto ascendía a 3,225 córdobas.

“Unos precios se mantienen, pero lo cierto es que los precios se han movido, no podemos nosotros negar esa realidad; en las Estadísticas allí está claro la inflación que acaba de reportar el Inide, la última inflación, volvieron a moverse los precios. Pero hay un elemento que nosotros creemos que está surgiendo como señal, los precios de las materias primas entre ellos el petróleo pararon el alza a nivel internacional”, dijo Reyes.

Uno de los componentes de la cesta familiar es el gasto de vestuario, que es uno de los que menos priorizan los hogares para hacer frente a las alzas de los alimentos y otros bienes que son primordiales cubrir cada mes. Este grupo de productos, que incluye ropa interior y demás, a julio se ubicó en 1,864 córdobas frente a los 1,779 córdobas en igual mes del año pasado.

“Creemos y al menos en los diversos analizamos que realizamos de seguimiento internacional, de que (las alzas de precios en Nicaragua) llegaron a su máximo y que se van a quedar allí. Si eso es así, nosotros deberíamos esperar un segundo semestre en que la inflación va a empezar a ceder, va a empezar a aterrizar a niveles menos dramáticos, como lo que está ocurriendo en este momento”, se mostró confiado Reyes.

Y agregó: “¿Qué podemos hacer para combatir eso? Te soy bien franco en esto, muy difícil que podamos hacer algo porque no depende de nosotros, viene de afuera; si suben los precios de la Urea en el mundo ¿qué podemos hacer?; si sube el precio del Combustible en el mundo, si sube el precio de los alimentos en el mundo, el de la vestimenta… porque realmente toda la cadena se ha movido por múltiples factores.

Después del Coronavirus se encareció todo como resultado de que los costos del transporte se elevaron muchísimo. Además, hubo trabas, se paralizó el comercio en muchas Regiones del mundo; entonces, lo que podamos hacer para parar esa presión es muy difícil, es muy poco, pero sí podemos compensar”.