La Prensa 28/02/2023

Mientras el régimen de Daniel Ortega continúa sin conseguir recursos financieros en concreto por parte de sus aliados China, Rusia e Irán, proyecta aumentar su dependencia de los recursos provenientes principalmente de Estados Unidos, con cuyo socio tradicional de Nicaragua mantiene una hostil relación.

Ortega cumplió el pasado diciembre un año de haber establecido relaciones diplomáticas con China, y aunque ha suscrito un sinnúmero de acuerdos de cooperación, incluido un tratado comercial preliminar que da entrada inmediata a los productos que antes se vendían en Taiwán, hasta ahora no se ha visto el impacto de esas promesas.

También el Gobierno ha estado coqueteando con Irán, con la visita de altos funcionarios de ese gobierno, y aunque también se han anunciado en los últimos años acuerdos de cooperación, los mismos siguen sin ser visibles a la población y en la misma economía.

Más remesas

En ese contexto, el gobierno de Daniel Ortega espera en los próximos años aumentar su dependencia de Estados Unidos, especialmente los ingresos provenientes de las remesas, que se espera rocen los 4,000 millones de dólares al término del 2026.

Según datos recogidos en el Programa Económico y Financiero (2021-2025), el Gobierno espera que las remesas se incrementen 24 por ciento hasta el 2026, pero respecto al 2017 habrá un aumento de 182 por ciento.

Es decir que para el 2026, el Gobierno prevé que la economía esté captando 3,925 millones de dólares, un salto sustancial impulsado principalmente por los envíos que hacen los familiares desde Estados Unidos. De hecho, el año pasado las remesas llegadas de la unión aduanera rompieron récord y superaron incluso los ingresos por exportaciones de mercancías, fuera de zona franca.

El Banco Mundial advirtió el mes pasado que la economía centroamericana exhibiría una desaceleración en su ritmo de crecimiento debido a dificultades en la economía de Estados Unidos, lo que afectará las remesas y las exportaciones.

Lo anterior estaría en línea con las proyecciones del Gobierno de Nicaragua, que también prevé que la tasa de crecimiento de las remesas, que el año pasado rozó el 50 por ciento, este año se modere con un crecimiento de 6 por ciento.

“Se espera para 2022, que los ingresos por remesas familiares conserven el buen dinamismo observado en los primeros meses de 2022, dado el crecimiento en el período enero-agosto de 2022 (42.6 por ciento) debido al buen desempeño de los flujos provenientes de Estados Unidos. El crecimiento esperado para 2022 es de 47.7 por ciento, para después moderarse hacia un 6.0 por ciento de crecimiento en 2023. Luego, para 2024-2026, se proyecta un crecimiento promedio de 5.3 por ciento”, señala Hacienda.

El año pasado las remesas enviadas por nicaragüenses en el exterior totalizaron 3,224.9 millones de dólares, y el 76.58 por ciento, equivalente a 2,469.7 millones, fue generado en Estados Unidos, indica el reciente reporte del Banco Central de Nicaragua (BCN).

Más exportaciones de zona franca

El Gobierno también espera que los ingresos conseguidos vía exportaciones de zona franca exhiban un sustancial aumento al finalizar el 2026, lo que es clave para que las 187 empresas que operan bajo este régimen de preferencias arancelarias sostengan y aumenten su planilla que actualmente significa 133,104 trabajadores.

Al menos 70 de cada 100 dólares que exportan las empresas de zona franca en Nicaragua son obtenidos a través de compradores de Estados Unidos, donde se venden especialmente productos textiles (90 por ciento).

Y aunque el régimen de Daniel Ortega consiguió que China le diera entrada preferencial a productos textiles nicaragüenses en el marco del acuerdo Cosecha Temprana, lo cierto es que el sector local no se ha mostrado muy entusiasmado con esa idea, porque el gigante asiático es exportador neto también de textiles.

El año pasado las exportaciones acumuladas de zona franca sumaron 3,852.0 millones de dólares en 2022, registrando un crecimiento interanual de 14.8 por ciento (US$3,354.5 millones en el mismo período de 2021), justificado principalmente por el incremento en las exportaciones de productos textiles (19.9 por ciento), arneses (23 por ciento) y tabaco (13.7 por ciento), entre otros.

Solo los textiles aportaron 2,161.6 millones de dólares (1,803.3 millones en 2021), lo que se tradujo en un incremento de 19.9 por ciento en valor y un incremento de 14.8 por ciento en términos de volumen. Estas exportaciones tuvieron como principales mercados de destino: Estados Unidos (75.8 por ciento del total), Honduras (19.3 por ciento) y Guatemala (1.8 por ciento).

En esa línea, el Gobierno espera que los ingresos de zona franca en general al finalizar el 2026, rocen los 5,000 millones de dólares al finalizar ese periodio. Espera que estos ingresos crezcan 23.55 por ciento, un comportamiento tímido con relación al tamaño de la economía China y que ha prometido comprar

Más ingresos por turismo

Atrás no se quedan los ingresos por turismo, que dependen en gran medida del gasto de los viajeros y donde los turistas provenientes de Estados Unidos son fundamentales para que el Gobierno cumpla sus proyecciones de aumento en el ingreso de este rubro.

“Respecto a los ingresos por turismo, se prevé una recuperación de los ingresos en 2022, ante el relajamiento de las medidas de movilidad de las personas entre países y el restablecimiento de los vuelos. En el primer semestre del año, los ingresos alcanzaron 259 millones de dólares”.

Para 2022, “se proyectan ingresos de 600.1 millones de dólares, siendo 3.3 veces los ingresos de 2021 (183.9 millones de dólares). Asimismo, ante el regreso a la nueva normalidad luego de la pandemia, se espera que se consolide la recuperación del turismo hasta alcanzar un nivel de ingresos de 785.1 millones de dólares en 2026, aproximándose a los ingresos alcanzados en 2017 (840.5 millones)”.

“La recuperación estará limitada al control de los riesgos de propagación del covid-19 y sus variantes, además de la recuperación económica de los principales países emisores de turismo”, según las expectativas de Hacienda.

Y una muestra de la importancia del turista de Estados Unidos es que en el 2022, por ejemplo, en el cuarto trimestre del año pasado, el mayor gasto per cápita diario se observó en los turistas procedentes de Norteamérica con 56.8 dólares (54.4 dólares en IV trim. 2021), con estadía promedio de 12.8 días (18.3 días en IV trim. 2021).

En el 2021, el último dato más actualizado del Instituto Nicaragüense de Turismo refleja que de los 222,434 turistas que visitaron el país, 80,089 fueron de Norteamérica, principalmente Estados Unidos. El mayor número de viajeros se originó de Centroamérica (104,731), pero el gasto es muy bajo.

Inversión extranjera

Uno de los indicadores que deja en evidencia que el régimen de Ortega aún no tiene gran expectativa con sus aliados es la Inversión Extranjera Directa. Hacienda prevé que estos flujos se recuperen a niveles de antes del 2017, donde Estados Unidos se mantuvo como fuente principal de origen.

Según las expectativas, el régimen confía que los flujos de inversión extranjera totalicen en el 2026 un saldo de 1,501.1 millones de dólares, lo que representará 7.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), ligeramente menor al 8 por ciento de 2022 y 2023.

Al primer semestre del año pasado, que es la cifra más actualizada, los flujos netos procedentes de Estados Unidos fueron de 289 millones de dólares, representando el 35.6 por ciento del total de los flujos netos recibidos. Estos recursos se concentraron principalmente en los sectores de energía e industria manufacturera, según datos del BCN.

En el primer semestre de 2022, el país registró ingresos brutos de Inversión Extranjera Directa por el monto de 1,042.7 millones de dólares, superior en 23.4 por ciento a lo registrado en igual período de 2021 (US$844.8 millones), lo que muestra el peso de EE. UU.