Confidencial 03/09/2025

El más reciente sondeo de opinión de Hagamos Democracia, encontró que sigue creciendo el porcentaje de las personas “que, si pudiera, se iría de Nicaragua”. Si en abri de 2025l, ese número llegaba al 63.1% de los consultados, en el ejercicio efectuado en la segunda quincena de julio, hasta el 69.5% de las personas respondió que quisiera emigrar. Un poco más de la mitad (50.7%), aún sueña con irse a Estados Unidos, a pesar de la campaña de deportaciones ejecutada por la Administración de Donald Trump.

“Este incremento de 6.41 puntos porcentuales respecto a la consulta anterior, que había marcado una disminución similar, puede deberse a que ya las personas se acostumbraron a las nuevas políticas migratorias de EE. UU. adoptadas por la Administración Trump. Al sentir que la situación continúa en declive en Nicaragua, el deseo a migrar repunta”, señala el Informe.

El texto insta a tomar en cuenta que en el tiempo transcurrido entre ambas consultas, “la dictadura siguió dejando fuera del país a nicaragüenses que andaban de viaje en el exterior, y continuado la cacería contra la disidencia”. De paso, también se han incrementado las purgas en las instituciones del Estado, fortalecido las alianzas con Rusia, China e Irán, y se ve con más claridad la sucesión dinástica de poder a Rosario Murillo y Laureano Ortega.

El informe corresponde al segundo trimestre del año, y presenta las respuestas de 400 personas ubicadas en 40 municipios y localidades de una decena de departamentos del país. La entidad encarga cuatro de esas mediciones por año, con lo que esta entrega, que es la undécima, permite crear un compendio sostenido de datos que se pueden comparar en el tiempo.

Aunque la difícil situación económica sigue siendo el motor principal que impulsa a buscar respuestas en el extranjero, llama la atención cómo crece entre trimestres, el número de los que piensan en migrar como respuesta a la desesperanza en materia política. El estudio destaca que los que argumentaron razones económicas pasaron del 61% al 53.6% (7.4 puntos porcentuales menos), mientras que los que se centraron en razones políticas pasaron del 33% al 39.3% (6.3 puntos porcentuales más).

El texto destaca la relevancia de ambos datos, pues si bien la percepción negativa del futuro está mayormente fundamentada en la crisis sociopolítica, al momento de tomar la decisión de migrar, las razones económicas son predominantes. “Esto confirma la relación estrecha entre ambas problemáticas: la crisis política alimenta la crisis económica y viceversa”.

Solo el 22.7% puede cubrir sus gastos mensuales

Los datos recopilados muestran que la desesperanza económica tiene su sustento no solo en el tema del empleo, sino también en el del ingreso. En el primer ítem, destaca que el 34% de los consultados indicó estar trabajando; 19.3% respondió que no tenía empleo, y el 46.7%, que trabajaba por cuenta propia. Ese porcentaje de personas en informalidad laboral, supera al 44.6% registrado en la consulta del trimestre anterior y al 42.4% de la consulta antepasada.

En cuanto a ingresos, 8.7% de los participantes indicó que percibe mensualmente 3500 córdobas o menos, (95.6 dólares, según la tasa de cambio oficial). 14.3% recibe entre 3500 y 5000 córdobas, mientras que 12.3% reportó ingresos en el rango de 5500 y 7000 córdobas. En las partes altas de la escala, 36% cuenta con entre 7500 y 11 000 córdobas al mes, y el 28.7% restante obtiene ingresos superiores a ese monto.

Adicionalmente, solo el 22.7% afirmó que sus ingresos le permiten cubrir sus gastos mensuales y cotidianos, confirmando la tendencia de las últimas consultas, en las que “la mayoría de los que respondió percibe ingresos mínimos que son insuficientes para cubrir sus necesidades básicas”, señala el documento. El alto costo de vida evidencia que la mayoría tiene dificultad para “adquirir alimentos, pagar servicios públicos y costear artículos de primera necesidad. Los bajos salarios no permiten a las personas cubrir sus propios gastos ni los de sus familias”, subrayan.

Además de limitar la calidad de vida de las personas, que un alto porcentaje de ellos estén en la informalidad laboral, impacta de forma negativa en el conjunto de la sociedad. Una de las más relevantes, es la falta de aportaciones a la seguridad social. Otra, el incremento de la necesidad y deseo de migrar. “La elevada proporción de trabajo informal, pone de manifiesto la incapacidad del sistema económico y productivo para generar plazas laborales y la falta de empleabilidad en el sector privado”, resume la publicación.

La sucesión dinástica está lista

Las personas consultadas observan los movimientos a lo interno del régimen. La mayoría de ellos (98%), considera que la dictadura se está preparando para una sucesión dinástica. De ese grupo, el 52.6% cree que el poder pasará a Laureano Ortega Murillo, mientras que otro  46.1% cree que el traspaso será a Rosario Murillo, copresidenta y esposa de Daniel Ortega. 

La persecución y el hostigamiento en contra de los trabajadores del Estado, es una realidad evidente para las mayorías. Esto se manifiesta en la forma de represión laboral; obligatoriedad de participar en actividades partidarias, o ataques por medio de redes sociales. También, en la exigencia de asistir a campos de entrenamiento militar; la intimidación y amenazas, y la revisión de sus celulares.

Las alianzas internacionales tampoco reciben una buena calificación: 75.3% de los consultados opina que las alianzas con Rusia, Irán y China son negativas para el país. Las razones van desde la geopolítica, hasta la economía interna y la política local.

Los del primer grupo opinan que tener esas amistades afecta las relaciones con Estados Unidos; que aísla al país; aumenta la deuda externa; nos involucra en conflictos internacionales; Irán nos usa para tratar de infiltrar terroristas en Estados Unidos, y que Nicaragua sirve como base militar, o para espiar a otros países.

El segundo grupo se centra en el hecho que no conviene hacer negocios con los chinos, a los que califican de extractivistas. También, porque afectan a los pequeños comerciantes y artesanos, en particular, cuando sus productos inundan nuestros mercados. Porque podría poner en peligro el CAFTA; porque están desapareciendo las pulperías; son explotadores; su mercadería es de mala calidad; se retira la inversión extranjera, y lo que invierten en el país no se compara con el valor de los recursos naturales que extraen.

Finalmente, se señaló que quien se beneficia y fortalece es la dictadura, porque recibe apoyo y financiamiento para reprimir, y para aumentar la vigilancia sobre la población.